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Jurrus y Castrones de Alija del Infantado

 Datos generales

  • Lugar: Alija del Infantado (León).
  • Fecha de celebración: Domingo de Carnaval.

Desarrollo de la Mascarada

                            Jurrus y Castrones

          "Entre la historia y la leyenda"


Los Jurrus (probablemente derivación de Egurrus) escenifican en Alija con sus máscaras, aquellas sangrientas luchas tribales, en la que los atacantes cubrían sus caras con caretas de aspecto demoniaco para aterrorizar y paralizar por el miedo a aquellas tribus que habían elegido como víctimas.

El Domingo anterior al martes de Antruejo se celebra el Ritual de Jurrus y Castrones en el Patio de armas del Castillo de los Pimentel.

Comienza con la llamada del Gran Jurru al son del cuerno de guerra a todos los miembros de su tribu, para reunirlos alrededor de la hoguera y arengarlos a la lucha contra  los moradores del Castro de Alija. LOS CASTRONES.

En este espacio de tiempo los Druidas les piden a sus dioses Cassio, Tiro y Tilleno que les den fuerzas a sus Castrones para repeler el ataque y salgan vencedores de dicha batalla y así libren al poblado de estos malignos invasores.

A la voz de: “NOS ATACAN” del vigía situado en la Torre del Homenaje, se preparan para la defensa de Alija y salen a hacerles frente, encontrándose en un cuerpo a cuerpo sin igual en el Patio de Armas del Castillo.

Después de varias de horas de lucha el Jefe de los Castrones designa su mejor guerrero, para que se enfrente al Gran Jurru al que derrota y es encerrado en las mazmorras del castillo con todos sus sicarios, y a continuación colgado y quemado en la hoguera.

Personajes:

JURRUS: Habitantes de la tribu de los egurros, astures situados entre la Bañeza y Benavente, exactamente en Alija del Infantado;

CASTRONES: Habitantes del castro de Peña Mortero;

DRUIDAS: Sacerdotes celtas protectores del Castro;

DIOSES comunes para los tribus (Cassio, Tiro y Tilleno).

VESTIMENTAS

JURRUS.

1)   Máscara de madera con crines de caballo y dientes de jabalíes

2)   Camisa larga y calzón de lino

3)    Zapatillas de esparto blancas

4)   Cinto de esquilas cencerros

5)   Fajín rojo, polainas de pieles  de animales

Armas: Tenazas dentadas con doble juego.

CASTRONES.

1)   Piel de zorro en la cabeza

2)   Camisa y pantalón de lino

3)   Zapatillas de esparto blancas

4)   Cinto de esquilas cencerros

5)   Capa de piel de oveja o conejo

Armas: Mazos y lanzas.


Antecedentes.

No han sido pocos los que se han interesado por el ANTRUEJO DE ALIJA: El País, Revistas Nacionales… Etnógrafos de toda Europa se han visto atraídos por esta singular tradición que forma parte de Patrimonio Cultural de esta Villa y de sus gentes. Este interés radica en que la celebración del ANTRUEJO DE ALIJA DEL INFANTADO o de los Jurrus y Castrones, es una forma de festejar los antruejos tan original y antigua que buscar sus orígenes es perderse en el devenir de la historia, tales son su raigambre y valor etnográfico que la Diputación Provincial de León acordó el día 24 de Septiembre de 1999 declararla como Fiesta de Interés Turístico Provincial y el 9 de Marzo de 2023 ‒ Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial.

Para diversos autores Alija tendría su origen en un Asentamiento Sagrado Prehistórico situado en las estribaciones y abrigo del Monte Teleno y Sierra de la Culebra, entre los ríos Órbigo y Eria.

Su situación estratégica está en el Pico más alto de la Villa de Alija, Peña Mortero (a 750 m sobre el nivel del mar) donde se divisa al Este una hermosa vega regada por el río Órbigo que sirve de frontera y al Oeste un fértil valle con agua permanente durante todo el año, frondosos bosques y abundancia de pastos, a media legua del Eria y el Castro de las Labradas de Arrabalde (Zamora) posiblemente el más grande del pueblo Astur.

Los asentamientos sagrados que conocemos en Peña Mortero, compuestos por un Altar de Sacrificios siglo IV a. C., varios petroglifos, nos da lugar a pensar que la tribu asentada aquí, los Egurrus, fueron descendientes directos de aquellos celtas escandinavos que huyeron de sus tierras ante el ataque de los bárbaros indoasiáticos, “los hunos” en el siglo VIII s. C.. Esta idea es reflejo de varios estudios etnográficos que lo asocian con el mazo o martillo que usan los Castrones como defensa, arma que solamente se ve reflejada en los países escandinavos.

El pueblo Astur con sus tribus más cercanas luchaban entre ellas, estaban situadas: Gigurros situados en el Barco de Valdeorras (Orense); Los Amacos situados en Astorga; los Bedunios en la Bañeza y Páramo Leonés; los Brigantino situados en Benavente; los Zaoletas en Zamora y Portugal y por último los Egurrus situados en Alija del Infantado en el castro de “Peña Mortero”. Estas tribus Astures luchaban entre sí por un río, un monte, por valles con pastos, caza, pesca, etc.

El conocimiento de las atrocidades cometidas por unos y otros en sus luchas fraticida constituía  la mejor arma para el atacante, de forma que con solo su mención aterrorizaba a las tribus que iban a ser víctima  del ataque aún antes de producirse este. Raptaban a las mujeres jóvenes a las que inmovilizaban con sus Terribles Tenazas, mataban a los ancianos y esclavizaban a niños y a los hombres aptos para trabajar o guerrear. Ninguna vida era respetada a menos que sirviera como esclavo al atacante. Ni siquiera el hecho de que tuvieran dioses comunes: Cassio, Tiro y Tilleno, a quienes apelaban los druidas para pedir clemencia.

Desde la llegada de los romanos a España asentaron su campamento Brigenciunde la 7ª legio gemina entre Rosinos y Sansueña (Zamora), desde allí lanzaban todos los ataques contra las tribus astures. Dentro de estas tribus se encontraban los Egurrus, guerreros de ataque que en forma de querrillas no les dejaban descansar, por eso el General Carusoinformó al Emperador en Roma de que a tres leguas del campamento estaba asentada la tribu de los Egurrus que les atacaba y desaparecía, dándoles el nombre de los Guerreros Blancos  “Hijos del Viento”.

Estas guerrillas contra los romanos no borraron de su memoria el recuerdo de las atrocidades sufridas durante siglos, recuerdos que fueron transmitidos de generación en generación, y que 25 siglos más tarde aún siguen presentes en la memoria colectiva de alguno de los pueblos actuales, entre ellos Alija, que fue en el pasado testigo y víctima de aquellas guerras tribales y que se esfuerzan en que no desaparezcan, pues forman parte de su historia y sus raíces.

VESTIGIOS

a)    Altar de sacrificios picado en roca en el Castro de Peña- Mortero

b)   2 Máscaras de Jurru de 1870 del ritual de Jurrus y Castrones

c)    Varios petroglifos.